Capítulo Catorce: "Eh tú, friki flipao"
Soy un friki flipado. Lo asumo, lo ha dicho Su Autoridad Inescrutable, el Amo del Calabozo, ÉL. Soy un friki flipado, como mis colegas. Porque él es demasiado bueno para nosotros, pobles soñadores estúpidos. Él mola, porque tiene la polla más grande y la mente más prodigiosa y autoridad divina. El Mesías lo ha dicho, alabemos todos su palabra.
Sus amigos y ÉL son demasiado lo demasiado para juntarse con gente como nosotros, jugadores de vampiro y de partidas de D&D donde mata-bicho-sigue no es lo importante de la partida (sí, claro, hay que ser unos flipados para jugar así), que somos tan flipados que no nos creemos personajes de un manga ni vamos alucinando con nuestro mundo burbuja.
Porque claro, ÉL no es un friki flipado, que va. Es lo más. Alguien que va dando saltos por encima de los coches mientras imita gritos ninja para cruzar la calle es de lo más tope guay, mientras nos deleita con su dominio sobre las teorías de la conspiración, asombrándonos con su sabiduría, mientras que nos explica que las ballestas eran un arma shinobi porque estaba en el entrenamiento de los samurai (¿?) y que el bushido fue un invento de un escritor japonés del siglo XX. Y nos cuenta a qué chicas hay que follarse. A las que están locas, por ejemplo, que son facilonas.
Prefiero ser friki flipado que idiota, oiga.
Sus amigos y ÉL son demasiado lo demasiado para juntarse con gente como nosotros, jugadores de vampiro y de partidas de D&D donde mata-bicho-sigue no es lo importante de la partida (sí, claro, hay que ser unos flipados para jugar así), que somos tan flipados que no nos creemos personajes de un manga ni vamos alucinando con nuestro mundo burbuja.
Porque claro, ÉL no es un friki flipado, que va. Es lo más. Alguien que va dando saltos por encima de los coches mientras imita gritos ninja para cruzar la calle es de lo más tope guay, mientras nos deleita con su dominio sobre las teorías de la conspiración, asombrándonos con su sabiduría, mientras que nos explica que las ballestas eran un arma shinobi porque estaba en el entrenamiento de los samurai (¿?) y que el bushido fue un invento de un escritor japonés del siglo XX. Y nos cuenta a qué chicas hay que follarse. A las que están locas, por ejemplo, que son facilonas.
Prefiero ser friki flipado que idiota, oiga.
3 Comments:
La gente me señala
me apuntan con el dedo
susurra a mis espaldas
y a mí me importa un bledo.
Que más me da
si soy distinta a ellos
no soy de nadie,
no tengo dueño.
Yo sé que me critican
me consta que me odian
la envidia les corroe
mi vida les agobia.
¿Por qué será?
Yo no tengo la culpa
mi circunstancia les insulta.
Mi destino es el que yo decido
el que yo elijo para mí
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.
Quizá la culpa es mía
por no seguir la norma,
ya es demasiado tarde
para cambiar ahora.
Me mantendré
firme en mis convicciones,
reforzaré mis posiciones.
Mi destino es el que yo decido
el que yo elijo para mí.
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.
Jurl, jurl, jurl
Pues ¿sabes que te digo?: un brindis por todos vosotros (nosotros), por los mejores frikis flipados de este mundo (o de otros). Y que le den al mamarracho este, que me imagino quien será...
En el mundo hacen falta más frikis flipados que idiotas.
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